Conmoción, shock,
estupor. La sociedad venezolana aún se encuentra procesando y asimilando la
información relacionada con la entrada en vigencia del Plan de Recuperación
económica anunciado por el presidente Maduro el viernes en la noche. La
convulsión generada por el anuncio marca la agenda política, económica y social
para la semana que comienza y de hecho, ya se ha manifestado durante un fin de
semana en el que los rumores comienzan a impactar en los precios internos y en
el tipo de cambio, lo cual, sumado a la convocatoria a paro nacional previsto
para el martes 21, nos conduce a lo que probablemente se convierta en la semana
más difícil en la historia reciente.
Plan de Recuperación Económica. Análisis de las
medidas
El Plan de
Recuperación Anunciado constituye en nuestra opinión un hito importante en la
historia política y económica del país cuyo impacto se prolongará por varios
años, incluso en caso de que no llegue a ser aplicado, ya que va a marcar el
futuro político del presidente Maduro.
En primer lugar,
debemos decir que se trata de un plan de ajuste fiscal de alto impacto, que
aunque deja más sombras que luces y unas expectativas francamente negativas
sobre la economía nacional para las próximas semanas, tiene algunos elementos
positivos que destacamos a continuación:
El presidente
reconoció que la emisión monetaria causa impactos perjudiciales a la economía:
Por primera vez, el presidente se refirió a la estrategia de emisión monetaria
para cubrir el déficit fiscal y aunque la mencionó como una respuesta “forzada”
o circunstancial ante el contexto de guerra económica, introdujo conceptos que
podrían considerarse “disruptivos” dentro de la ideología y el discurso
chavista tal como la necesidad de una gran disciplina fiscal, el cual es desde
nuestro punto de vista, el corazón de la crisis actual. Esto dejaría sin efecto
la “pseudoideolgía” subyacente de un grupo de opinadores y economistas del
chavismo, que escudándose en una “nueva escuela de pensamiento” han desestimado
la ortodoxia económica, emitiendo recomendaciones que han resultado en un gran
daño para el país.
Por otra parte, el
presidente “legitimó” la cotización no oficial del dólar, al fijar el valor de
un Petro en 360.000 bolívares soberanos. De este modo, la ficción construida
alrededor de Dólar Today como causante de la crisis queda desplazada del
discurso oficial. Este es un aspecto positivo de no poca significancia ya que
debemos recordar que el discurso negador del tipo de cambio de mercado es una
herencia del presidente Chávez.
El presidente se
refirió nuevamente al tema de la política de precios internos para los
combustibles, sin embargo, siguen sin dar información concreta sobre los
mecanismos de aplicación de dicha política, sin embargo es de rescatar que
luego de varias semanas, el gobierno mantenga un discurso orientado a superar
una de las grandes distorsiones de la economía nacional.
Finalmente, el
gobierno retomó la política tributaria como un elemento para mejorar los
ingresos del fisco, incrementando la alícuota del IVA, incrementando la
frecuencia de los pagos de tributos por parte de los contribuyentes e
instaurando el impuesto al débito bancario para grandes transacciones
financieras. Aunque estas medidas tienen en la práctica un impacto muy reducido
debido a las dimensiones del déficit y la destrucción de la base de
contribuyentes, consideramos positivo que se instrumenten medidas de política
para mejorar los ingresos del fisco.
Los elementos
positivos rescatados pertenecen más al campo del discurso y de las expectativas
que al de los hechos concretos, sin embargo, consideramos que haciendo un
seguimiento al discurso del presidente Maduro es perfectamente posible percibir
como este se deslinda progresivamente de algunos elementos medulares de la
praxis del presidente Chavez: subsidios y administración estatal de activos
productivos entre otros, para dar cabida -en medio de limitaciones y torpezas-
a un gobierno más orientado hacia el sector privado, lo cual no significa en
absoluto una mayor orientación hacia el mercado sino al establecimiento de
acuerdos de convivencia con grupos empresariales afines.
En cuanto los
aspectos negativos el elemento que mayor impacto ha causado es el brutal
incremento de 3.000% en el salario mínimo, lo que ha generado un verdadero
pánico hasta ahora, por el impacto que esto debe tener sobre los precios y la
propia supervivencia del comercio y empresas en general. Este anuncio entra en
una profunda contradicción con los objetivos anunciados de reducción del
déficit fiscal por cuanto el gobierno se verá forzado nuevamente a expandir el
gasto público financiándolo con emisión monetaria ya que el fisco no cuenta
nuevos ingresos o capacidad para endeudarse ni interna ni externamente para
cubrir las nuevas necesidades de gasto creadas a partir del nuevo salario
anunciado.
Otros aspectos
negativos del plan anunciado se relacionan con la falta de abordaje sobre temas
estructurales como por ejemplo, el default que se mantiene sobre la deuda
externa y que elimina cualquier posibilidad de financiamiento externo para dar
sostenibilidad al plan de reformas, y la producción petrolera cuyo colapso
impone restricciones adicionales al flujo de recursos tanto en bolívares como
en divisas para el funcionamiento del estado.
En resumen,
saludamos el hecho de que, por primera vez en casi 20 años, el gobierno ha
comenzado a referirse al tema económico y el país debate alrededor de las
opciones pros y contras de un programa económico. El gobierno, haciendo uso de
su fortaleza política ha asumido el costo político de tomar decisiones y aunque
hasta ahora se presagia un agravamiento de la crisis, consideramos que estamos
en presencia de una corriente pragmática dentro del gobierno que podría
terminar imponiéndose en el diseño de las políticas públicas, no tanto por convencimiento
y voluntad sino como una respuesta a la crisis, que amenaza con afectar de
forma permanente las posibilidades del Madurismo de permanecer en el poder.
Twitter @jhernandezucv