Es tradición por esta época que
la gente en Venezuela comience a hablar de béisbol, se enfoque en la navidad y
los aguinaldos, pinte la casa y que los economistas nos empeñamos –sin mucho éxito- en realizar ejercicios de imaginación
para intentar proyectar más ó menos razonadamente, cuál será el entorno
macroeconómico del país para el año siguiente, de modo que algunos puedan hacer
sus escenarios y planificar lo que harán. Es válido para empresas, particulares
y organizaciones de toda naturaleza.
Hacerlo siempre es difícil, pero
hacerlo en Venezuela es brutalmente complicado, no sólo por la carencia de
cifras oficiales y creíbles respecto al desempeño de la economía e indicadores
clave, sino por la imposibilidad de inferir por donde pueden venir las medidas
a tomar por parte de un gobierno cuyo proceso de toma de decisiones se
desconoce. Con Chavez sabíamos que se decidía lo que a él le diera la gana pero
en el caso de Nicolás… nadie sabe. Quizá porque hasta ahora no ha tomado
ninguna decisión.
Ojalá el 2015 sea el año en que
la prioridad sea la economía y no lo electoral (a pesar de las parlamentarias)
Aún cuando se perdió la oportunidad que representaba 2014 para hacer los
ajustes, aún hay tiempo para quien sea este gobierno quien introduzca los
cambios proactivamente y no como defensa ante situaciones que pueden llegar a
salirse de control. En 2014 Maduro se consolidó como el jefe máximo del PSUV y
superó un conjunto de protestas que pretendían ponerle fin al Chavismo. Ahora
reorganiza fichas en el gobierno haciendo uso de ese poder renovado. Veremos si
en 2015 le dedica un rato a gobernar.
Muchos esperan cambios radicales
en la gestión de gobierno. Otros suspiran es con cambiar al gobierno no importa
lo que haga, ni siquiera lo que ofrezca hacer. Para estos últimos todas las
medidas son malas si las toma el gobierno de Maduro, aun cuando un eventual
gobierno de oposición deba tomar las mismas medidas. Se acostumbraron a ser
oposición. Yo no veo cambios radicales pero si mayor pragmatismo al observado
en los últimos años, la circunstancias así lo imponen.
Antes de escribir estas líneas,
he estado revisando algunos documentos que recibí de parte del grupo Que Hacer,
y en particular del profesor Felipe Perez Martí. Aún cuando estos documentos
provienen de la banca Internacional y por tanto están enfocados en el sector
externo y la capacidad de pago del país con los bondholders, arroja información
interesante que puede servir de base para que cada uno de quienes tengan a bien
continuar leyendo, se formulen sus escenarios 2015. Los documentos consultados,
para quien desee buscarlos son:
·
The
Blue Drum. Bottom of the barrel?. Barclays, Commodities Research. Oct
28, 2014
·
Venezuela:
When is it time to buy? Morgan Stanley, Research EM Strategy Update Oct 14,
2014
·
Venezuela:
To Pay or Not to Pay, Is That the Question? Deutsche Bank, Markets Research Oct
10, 2014
AÑO 2015
Datos de Interés:
·
Entre la República y PDVSA deben cancelar
aproximadamente 11 millardos de dólares de deuda externa en 2015 por intereses
y capital
·
Tanto Deutsche Bank como Morgan Stanley ubican
los activos externos del país en 15 millardos de dólares aproximadamente.
Morgan Stanley señala que de estos activos se encontrarían unos 9 millardos
depositados en bancos de China, posiblemente atados a la evolución de proyectos
acordados con ese país y unos 5 millardos estarían en cuentas líquidas de
PDVSA.
·
Morgan Stanley estima que los préstamos de China
a Venezuela alcanzarían los 50 millardos de dólares, de los cuales 27 millardos
estarían pendientes por pagar. Deutsche Bank estima en 25 millardos el saldo
por pagar. El servicio de esa deuda ascendería a unos 2.2 millardos de dólares
por trimestre.
·
Se calcula que Venezuela enfrenta litigios en
curso en el ICSID por unos 24 millardos de dólares. Se hace la salvedad que
luego de las decisiones a favor de Exxon y Golden Reserve, esa cifra disminuye
considerablemente.
·
Morgan Stanley señala que el stock de deuda
externa de Venezuela asciende a 44,5 millardos de dólares.
·
Barclays señala que la producción de petróleo es
de 2,48 millones de barriles diarios según cifras de la EIA. En el caso de
Morgan Stanley toma las cifras oficiales de PDVSA y lo sitúa en 2,898 millones
de barriles diarios.
· A la producción de petróleo hay que restarle
703mbd de consumo interno, 476mdb que se destinan para el pago a China, y unos
232mbd que se financian en los convenios de cooperación energética suscritos
por el país, como es el caso de PETROCARIBE. Morgan Stanley estima hasta en 7,8
millardos de dólares al año, el aporte al flujo de caja, de la revisión de esos
acuerdos. El acuerdo con Cuba es de 105 mbd.
·
El valor estimado por la Venta de CITGO,
manejado como opción para levantar recursos, es de 7 millardos de dólares. Esa
empresa ha entregado dividendos por 888, 378, y 440 millones de dólares en los
años 2013,2012 y 2011 respectivamente.
Tipo de Cambio
Para el año que viene, el eje central
de la economía seguirá siendo el tipo de cambio. Esa variable refleja tal
cantidad de distorsiones y vicios, siendo causa y consecuencia de los males de
la economía, que todos los agentes económicos están pendientes de su posible
valor futuro para tomar decisiones.
En el reporte de Deutsche Bank se
afirma que de los desembolsos en divisas oficiales durante 2014 se han dividido
en 60% a tasa CENCOEX, 17% a tasa SICAD1 y 23% a tasa SICAD2, lo cual arroja un
tipo de cambio promedio de 17,3 VEB/USD.
Desde mi punto de vista el gobierno
optaría por incrementar las liquidaciones vía SICAD 1 en detrimento de la tasa
CENCOEX, recomponiendo sus participaciones proporcionales a 30%, 40%, 30%,
arrojando una tasa implícita de 24 VEB/USD. Si el gobierno se decantara por la
simplificación del esquema cambiario reduciéndolo a dos tasas, estimo que establecería
una tasa SICAD 1 a 15 VEB/USD y una tasa SICAD 2 a VEB/USD 50, con un TC
implícito de VEB 29 por dólar. En cualquier caso, la devaluación del bolívar
oscilaría entre 38% y 67%. Descarto la ocurrencia de la unificación cambiaria ó
el levantamiento del control de cambio.
En el escenario 1 “Correr la
Arruga”, se asume que el gobierno insistirá por la vía de los subsidios,
ajustando algunas variables nominales que le permitan aliviar un poco las
necesidades de caja, pretendiendo minimizar el impacto sobre los bienes básicos
y las importaciones estatales, en particular, las de alimentos. En este
escenario, no se producen cambio dramáticos en el comportamiento de la
economía, continuando el escenario servido para los especuladores y “rent
seekers”. El mejoramiento del abastecimiento dependería esencialmente de la
mejora de la rentabilidad interna producto de la flexibilización del control de
precios. Cualquier crecimiento de la producción vendría dado por utilización de
capacidad ociosa.
El escenario 2, más improbable,
asume que el gobierno ha entendido la necesidad de avanzar en forma decidida
aun cuando cautelosa, en la corrección de las enormes distorsiones de la
economía en un plan a 3 ó 5 años. Se asume que permanece el mecanismo de
asignación CENCOEX aunque con una devaluación considerable, al reconocerse que
como mecanismo de asignación, SICAD 1 es más engorroso, menos eficiente y en
poco ó nada contribuye a la normalización del abastecimiento.
Cualquiera de los escenarios
contempla importaciones de bienes por no más de 38 millardos.
Si bien las magnitudes de
devaluación son porcentualmente muy altas, debe considerarse que esta medida
(en conjunto con otras, nunca aisladamente) produce una mejora inmediata en las
finanzas públicas y en las de PDVSA. Morgan Stanley por ejemplo, calcula en
77,5 millardos de dólares la deuda pública denominada en bolívares, en unos 21
millardos US$ las liquidaciones de divisas atrasadas pendientes con diferentes
sectores de la economía nacional y en 11 millardos US$ las cuentas por pagar de
PDVSA (de esta última, desconozco la proporción en bolívares). Toda esa deuda se
licúa y reduce las necesidades de financiamiento del fisco (déficit fiscal) y
contribuye a mejorar las finanzas de PDVSA, reduciendo la necesidad de
financiamiento monetario por parte del BCV. Nótese que en el caso de las
liquidaciones pendientes, asumo que el gobierno trasladará las pérdidas
cambiarias a los importadores, no hay de otra.
Inflación
También es perfectamente
previsible que la inflación se mantendrá alta. El profesor Pedro Palma, de
Ecoanalítica, habló recientemente de Inflación de tres dígitos para 2015. Yo no
creo que sea tanto así, pero si es menor a 60% podemos considerarnos
afortunados. Todo dependerá evidentemente, del set de medidas que el gobierno
se decida a implantar en materia macroeconómica. Hago el
énfasis porque todas las medidas administrativas y punitivas tienen un efecto
nulo en el comportamiento de la economía agregada. De modo que los 27.000
patriotas cooperantes y bobadas parecidas pueden ser una carga para el fisco,
pueden redondearle la arepa a algunos pero en modo alguno tendrán un efecto
significativo sobre la inflación. En 2014 se han realizado ajustes
porcentualmente importantes sobre el precio de productos de la cesta básica y
otros bienes que presentaban años de rezago acumulado a causa de la perniciosa
práctica de congelamiento de precios (el informe de Morgan Stanley cita el
índice de escasez calculado por DATANALISIS en 70% en 2014). El año entrante, si
bien continuarán presiones para el alza de precios, las magnitudes serán de
menor cuantía, lo cual explica el nivel de inflación que estimo para 2015.
Buena parte del efecto inflacionario producido por una sinceración del tipo de
cambio ya ha sido asimilado por los precios actuales los cuales como es bien
sabido, están calculados en función del dólar paralelo.
Sector Externo y PDVSA
Es en este aspecto que la banca
internacional hace énfasis. Barclays estima en 85$ el precio promedio del
barril de crudo WTI para 2015, lo que dejaría la cesta Venezolana en unos 80$
por barril.
Por su parte, Morgan Stanley
desarrolla en su informe, un análisis bastante completo de la situación del
sector externo de Venezuela de cara al próximo año, en resumen, de las
necesidades de divisas que presenta el país. Las cifras se aproximan bastante a
las que presenta el Deutsche Bank. En cualquier caso, y a falta de data oficial
estas son las cifras.
En primer lugar, Morgan Stanley indica que los pagos de
deuda externa (intereses y capital) hasta 2017 ascienden a 35 millardos de
dólares, lo que equivale a casi un millardo mensual. En 2015, entre la
República y PDVSA deben pagar 11 millardos de dólares.
Se señala una probabilidad de 60%
de que Venezuela incurra en default. Estoy en total desacuerdo
Deutsche Bank estima las
importaciones de 2014 en 45 millardos mientras Morgan Stanley las estima en 40
millardos (bienes solamente).
CRISIS DE BALANZA DE PAGOS
Puede Venezuela, un país
petrolero con 80-100 millardos de dólares de exportación anual, presentar una
crisis de balanza de pagos? Si puede, no sería la primera vez. En esta ocasión
sin embargo se presentan una serie de elementos que pueden considerarse “novedosos”
como es el hecho de que no se presenta como consecuencia de un shock externo:
No ha habido ni un derrumbe abrupto de la cotización del crudo, ni se trata de
una prolongada época de precios bajos.
Una producción petrolera mermada,
importación de derivados, el uso de una proporción creciente de barriles que no
generan caja sino que se van al repago de deudas y al cobro diferido en bienes
y servicios, así como la inexistencia de una base suficiente y líquida de
activos externos comprometen la liquidez del país para hacer frente a sus
compromisos con el resto del mundo (importaciones y deuda principalmente. Según
cálculos gruesos, el país necesitaría para 2015 un precio del crudo de 111
dólares por barril para equilibrar las cuentas externas sin echar mano del
stock de activos que presuntamente mantiene el estado en moneda extranjera.
Esto implica un precio del crudo Brent de alrededor de 125 USD por barril.
Improbable
¿Como es que luego de unas
exportaciones millonarias quedamos en esta situación? Enfoquémoslo de este modo
para ver por donde se nos van los recursos.
Como puede verse, los subsidios a
la gasolina, el pago de la deuda a China y los convenios internacionales de
suministro petrolero representarán alrededor de 40 millardos de dólares.
Hay opciones?
Morgan Stanley señala que con una
estrategia de refinanciamiento el país podría ahorrar hasta 10 millardos en los
próximos tres años. Por otra parte una eventual venta de CITGO le generaría al
país entre 6 y 7 millardos adicionales. Finalmente una “gestión” que permita
reducir el peso de los convenios de suministro de petróleo añadiría hasta 6
millardos al año a la caja del país. Yo añadiría que un aumento en el precio de
la gasolina puede contribuir a la racionalización del consumo interno
Otros aspectos
En 2015 se dará otro round en la
pelea por controlar el poder, esta vez en el escenario de la Asamblea Nacional,
por lo que más allá de cambios en las magnitudes claves bajo control del estado
como el tipo de cambio y precio de la gasolina, absolutamente indispensables
ambos, es improbable que se produzcan mayores cambios sustanciales en la
conducción del estado. Olvídense de privatizaciones e incluso de acudir al FMI
(aunque ya se maneje la opción en las reuniones del gobierno)
Para 2015 luce improbable también
un cambio en la política monetaria, en particular sobre el manejo de las tasas
de interés de cara al público. Lo que si luce como una fija, es el aumento de
la gasolina, que se ha hecho impostergable y goza de “cierto” consenso y apoyo
popular (menor de lo que razonablemente se esperaría, dado el absurdo nivel de
precios del litro de gasolina) Un precio que propuse hace poco más de un año fue
llegar vía incrementos escalonados hasta 1,2Bs/litro en diciembre 2014. Aún
mantengo esa cifra como precio base, y asumir aumentos sucesivos hasta llevarlo
a Bs. 1,9 a diciembre 2015 por litro lo que aún implica un subsidio de 30%.
2015 en cualquier caso no será un
año para el crecimiento de la economía. El foco en cualquier caso debería
ponerse en el manejo de la política industrial, de impulso a ciertos sectores
claves como el automotriz, las proveedoras de servicios petroleros, la construcción y sus nudos asociados y el
interminable vía crucis de las empresas públicas. De lograrse algo en este
sentido, la intensidad de los ajustes necesarios en 2016 será ligeramente menor.
En el plano institucional, aun
cuando es difícil de imaginárselo, espero que desde el alto gobierno se
propongan a hacer algunos compromisos públicos que de realizarse contribuyen a
sentar las bases de la recuperación económica (wishful thinking):
1. No
más expropiaciones, salvo las justificadas por razones estratégicas y siempre
apegadas a la ley. Basta de absorber empresas y tierras –productivas ó no- con
el argumento de proteger el empleo ó a los consumidores. Basta de engordar al
estado.
2. No
más financiamiento monetario: Reforma de la ley el BCV para impedir el
financiamiento a empresas públicas deficitarias.
3. Publicación
regular de información confiable y auditable. Parar la desprofesionalización
del BCV y el uso de la data económica como herramienta electoral.