viernes, 29 de noviembre de 2013

Muere Alfaro Ucero en el aniversario de su expulsión de AD

Información tomada del diario Notitarde

http://historico.notitarde.com/1998/12/01/pais/pais6.html

Adecos acordaron respaldar candidatura de Henrique Salas Römer
Luis Alfaro Ucero fue expulsado de Acción Democrática
Caracas, noviembre 30 (Zoraida Carvajal).- Tras una larga reunión, que se prolongó hasta pasadas las dos de la tarde, el Comité Ejecutivo Nacional de Acción Democrática, acordó por mayoría, excluir de las filas de esa organización, a Luis Alfaro Ucero, quien la semana pasada detentó la candidatura presidencial blanca.
En una controvertida decisión, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Acción Democrática acordó además, oficializar ante las autoridades del Consejo Nacional Electoral, su respaldo a la candidatura de Henrique Salas Römer, quien de ahora en adelante será el receptor de los votos de Acción Democrática.
La decisión tomada por el CEN, de excluir de sus filas a Alfaro Ucero, fundador de la organización hace 56 años, fue explicada por el secretario general Lewis Pérez Daboín, al señalar que la actitud pública asumida por Alfaro, al desconocer la decisión del partido el pasado viernes y expresarse en duros términos contra las autoridades partidistas, lo coloca en una posición de rebeldía que no es tolerada por los estatutos de AD.
Explicó que Alfaro intentó desconocer el mandato del Comité Directivo Nacional, celebrado el pasado viernes, en el que fue revocada su candidatura y se ordenó sumarse a la opción electoral de Salas Römer, "única opción candidatural en condición de derrotar las amenazas ciertas de instaurar una dictadura en nuestro país". Esa conducta, lo coloca al margen de nuestra organización política, por lo que hemos decidido su exclusión de nuestras filas, dijo Pérez Daboín.
EN EL CONSEJO NACIONAL ELECTORAL
Horas antes de la decisión del CEN de Acción Democrática, Luis Alfaro Ucero se reunió con las autoridades del Consejo Nacional Electoral, a quienes hizo entrega de un documento en el que reclama para sí la representación de AD en el tarjetón electoral. Indica que su postulación fue formalizada por la directiva de Acción Democrática ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), organismo que lo declaró candidato a la presidencia de la República.
En el documento Alfaro Ucero reitera su intención de continuar con su aspiración presidencial, toda vez que no se cumple ninguna de las causales contenidas en el artículo 151 de la Ley Orgánica del Sufragio y la Participación Política, que le impidan proseguir en su campaña. El artículo en cuestión indica que sólo procederá a la sustitución de un candidato, en caso de muerte, renuncia, incapacidad física o mental por causas derivadas de la aplicación de normas constitucionales o legales que obliguen el retiro de las candidaturas.
Ante esta situación el presidente del CNE, Rafael Parra Pérez, informó que ese organismo estaba en espera de una entrevista con representantes de Acción Democrática, quienes en horas de la tarde de este lunes, formalizarían ante el ente comicial la postulación de Henrique Salas Römer. Dijo que una vez se produzca este hecho, la consultoría jurídica del CEN analizará ambas solicitudes y emitirá un dictamen, que se espera se produzca este martes.
Sobre el tema legal, Lewis Pérez Daboín dijo que los partidos son entes de carácter público y los únicos que se pueden postular, igual que los grupos de electores, a los candidatos presidenciales.
En el caso de AD, el Comité Directivo Nacional de esa organización fue quien escogió a Luis Alfaro Ucero como abanderado en su momento, y fue ese mismo organismo, por casi su mayoría absoluta -hubo 4 abstenciones- quien revocó esa decisión. Lo que existe entre el partido y el candidato es un mandato y el único que puede revocar ese mandato es la propia organización política aseguró.
ARGUMENTOS LEGALES
El secretario general de Acción Democrática también citó otros artículos de la Ley del Sufragio, referidos a los colores y símbolos de los partidos, como patrimonio exclusivo de las organizaciones.
"No puede otra persona, proclamarse propietarios de los colores y símbolos de Acción Democrática", aseguró Lewis Pérez.
Dijo que su partido confía en que la decisión que tome el CNE le sea favorable, ajustada a la normativa jurídica vigente.
Retomando el tema de la exclusión de Alfaro Ucero de las filas de Acción Democrática, Lewis Pérez dijo que la militancia entiende perfectamente que no hubo ningún atropello contra el veterano líder.
El dirigente adeco David Morales Bello, sostuvo que AD no sólo acababa de presentar la comunicación formal al CNE, sino también un estudio jurídico desde el punto de vista doctrinario, filosófico, constitucional y legal para demostrar que la correcta interpretación del artículo 151 de la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política es la que comprende no sólo los casos allí señalados, sino también todas aquellas situaciones derivadas de la aplicación de normas constitucionales y legales, conforme a las cuales haya que retirar una candidatura y solicitar su sustitución por parte del CNE.
Morales Bello agregó que debido a la falta de tiempo, no se podrá incluir la fotografía del nuevo postulado, pero pedirán que al pie del tarjetón se coloque una fe de errata, haciendo constar que los votos que aparezcan marcando el óvalo en la tarjeta blanca, deberán sumarse a favor de Salas Römer.
Recordó que de manera insistente, durante toda la semana pasada, se le había pedido que renunciara en beneficio del país. Sin embargo, dijo, Alfaro se negó una y otra vez a esa solicitud, lo que refleja una actitud cerrada y negativa, que lo colocó al margen de una decisión del CEN.
De allí que el partido se vio en la obligación de expulsarlo y darle cabida a una nueva opción candidatural. Nadie en AD quería llegar a una decisión de este tipo, pero Alfaro no nos dio otra salida.

viernes, 18 de octubre de 2013

En defensa de CADIVI



Me voy a quedar yo sólo en esta idea. No creo que nadie la apoye. Ni los economistas pro gobierno (donde quiera que estén) y mucho menos los opositores: Hay que defender el concepto de CADIVI como un instrumento válido de política económica.
Defender a CADIVI, no implica defender el actual modelo económico, entendiendo este como un concepto más allá de lo cambiario. CADIVI es desde mi punto de vista, una valiosa herramienta para avanzar hacia una economía planificada, menos sujeta a ataques especulativos contra la moneda y menos anárquica en cuanto al comercio exterior: desde CADIVI ó cualquier otro nombre que se le quiera poner al satanizado control de cambios, es posible introducir una serie de incentivos a la economía real del país, esa que es la verdadera causa de las distorsiones, esa cuya enfermedad no quiso atacarse y que hoy se ha agravado, no por causa de CADIVI, punto en el que hoy coinciden Tirios y Troyanos sino, por la “inconveniencia política” de tomar algunas medidas, y de no tomar otras.
Lo primero que debo decir es que, el hecho de implantar la necesidad de estar solvente con impuestos, seguro social entre otros, para acceder a CADIVI hizo que la recaudación fiscal y parafiscal se disparara a niveles nunca visto, ayudando a fortalecer el estado como actor económico. Si bien es cierto que es un elemento burcocrático adicional, es cierto también que el mensaje de sostenibilidad, de permanencia en el tiempo y de capacidad técnica y solvencia en cuanto al suministro de los volúmenes que el mercado requería, contribuyó a dirigir una importante suma de bolívares que antes se dirigían al mercado cambiario, a la inversión interna, tanto financiera (el boom de la bolsa de valores) hasta la inversión inmobiliaria entre otros. Fueron años de un importante crecimiento económico, a pesar de CADIVI.
Luego, se le salió una rueda a la carreta. El gobierno en el medio de la guerra permanente con el sector privado (justificada o no) fue imponiendo alcabalas, restricciones varias sobre el acceso a las divisas, y lo más grave de todo, pretendió que la congelación del tipo de cambio y de precios de muchos productos, era una medida viable para abatir la inflación, llegando al extremo de decir que no había inflación porque “muchas familias compran en mercal, y en mercal no hay inflación”. Nótese que ataco al congelamiento de los precios, no al control de precios, al que considero un mecanismo viable. En resumen, a la pretendida destrucción de la rentabilidad de la actividad privada, mediante la congelación de precios, y la restricción de oportunidades para la inversión en sectores como el inmobiliario, se le sumó una política de expropiación de empresas, -algunas justificadas, otra no tanto, otras para nada-,- que le ha drenado a Venezuela miles de millones de dólares y que hoy son un desastre muchas de ellas, no sólo en términos financieros, ámbito en el que la metáfora de “saco roto” se queda corta, sino en términos del beneficio social que ofrecen, expresado en calidad de servicio, y disponibilidad del producto o servicio anteriormente en manos privadas.
Esa solvencia fiscal, que era una ilusión –no por falsa sino por insostenible- llevó al gobierno del presidente Chávez a pretender ignorar las leyes de la economía. Nótese que digo que las ignoró o pretendió ignorarlas porque en realidad nunca las negó, solamente se dedicó a tapar la realidad, bien sea por la vía legal ó a punta de realazos, desplegando subsidios en bolívares y en dólares a diferentes agentes económicos, elevando la nómina improductiva estatal y cubriendo el país de cientos de proyectos productivos fracasados, e iniciando obras de infraestructura incosteables en coyunturas de menor ingreso petrolero. Proyectos inviables como el metro entre Guarenas Guatire, convertido más que en saco roto, en hoyo negro y en un monumento a la improvisación, la ineficiencia y la corrupción es un claro ejemplo de ello.
Para redondear la idea. La economía real, por una parte, una demanda exacerbada por toda clase de subsidios y precios congelados, incluyendo la tasa de cambio, que no es otra cosa que un precio, por otra parte, una oferta disminuida, unas expectativas negativas para la inversión, una creciente cantidad de bolívares circulando, era natural que se dirigieran contra el mercado cambiario. Pensar que no sería así, no es sólo ignorancia de la historia económica de los últimos 60 años, sino manifestación de una conmovedora candidez.
¿Que papel jugó CADIVI en formar todo este desbarajuste? CADIVI no tuvo incidencia en el establecimiento de la tasa de cambio y su congelación, causa principal de todo el problema. Tampoco tuvo injerencia en la política fiscal, que ha llevado el gasto y el déficit a registros colosales, con muy poca eficiencia, como puede reconocer hasta el más fanático. Tampoco tuvo influencia en una política petrolera que ha privilegiado intereses de todo tipo, excepto del tipo económico, que ha provocado que el país con las mayores reservas petroleras del mundo, produzca y exporte hoy menos crudo que hace 10 años, por no hablar de la cobranza de ese petróleo, la cual hemos venido recibiendo en toda clase de frijoles y hasta con clases de Ingles, como el convenio con Jamaica. Eeeexitooo
CADIVI no tuvo participación en el diseño de la política Internacional, que –quien lo duda- ha drenado miles de millones de bolívares en la compra de bienes a países “amigos” –mejor dicho a las empresas privadas de esos países amigos- de bienes que en alguna medida hubiesen podido producirse internamente, y no me refiero sólo a las empresas privadas locales, archienemigos del rrrregimen.
CADIVI tampoco tiene que ver con el diseño del estado, que ha llevado a PDVSA a diversificarse en un rango de negocios tan amplios y disímiles como siembra de soya, producción de yogures, fabricación de barcos, educación media y diversificada y pare usted de contar.
 CADIVI no tuvo influencia en el diseño de una política industrial consistente en poblar el territorio de galpones de industrias “LEGO” donde, en el mejor de los casos, se ensamblan con mano de obra local –eso espero- componentes 100% importados. Esas empresas son una fuga de dólares, por más que el ministro Menendez, el Winston Vallenilla del gabinete como llegó a decirle el presidente Maduro, anuncie records de producción que nadie ve y nadie conoce.
Un ejercicio de imaginación me hace pensar que si el gobierno deja deslizar el tipo de cambio a un valor real, subsidiando donde sea estrictamente necesario, nada de esto estuviera pasando. No son los raspacupos ni los viajeros seres de alma oscura motivados por una infinita maldad, son las oportunidades de arbitraje que ha generado una política económica deficiente, recubierta por el patrioterismo de una supuesta defensa del valor del Bolívar, lo que nos ha llevado a este punto.
Y hoy culpan a CADIVI, al organismo que simplemente se limita a entregar los dólares. Cuestionar este instrumento por sus cuestionables resultados ó por la corrupción que hoy se evidencia como nunca, equivale a cuestionar la nacionalización del petróleo o la democracia, o al socialismo, o cualquier otra cosa en cuyo defensa, se haya tomado la destrucción de CADIVI ó el control de cambios como punto de honor.

Econ. Javier Hernandez





jueves, 17 de octubre de 2013

Subsidios Vs Calidad de Vida



Quiero comprarme un apartamento, pero no donde el gobierno decida. No quiero que me regalen una vivienda de la GMVV, quiero poder elegir dónde y como vivir. No quiero registrarme en un bendito censo para ver cuando salgo sorteado.
Quiero hacer mercado, no esperar dos o tres horas para comprar las cantidades que otro decidió que yo debía comprar. No quiero hacer mercado cada dos días. Quiero comprar una sola vez en la quincena las cantidades que necesito, no quiero dedicarle tantas horas de mi vida a visitar supermercados. Quiero ver opciones de marca y precio. No quiero registrarme en ningún censo para que me lleven una bolsa de comida al trabajo. No quiero que el gobierno me regale dos pollos al mes, ni siquiera que me subsidie el 80% del costo.
Quiero comprarme electrodomésticos de la marca que prefiera. No quiero que el gobierno me regale o me subsidie un televisor. No quiero registrarme en otro censo o hacer una mega cola para comprar una nevera por muy barata que resulte.
Quiero comprarme un carrito, incluso puede ser un carrito chino, pero no quiero registrarme en otro censo y esperar a salir sorteado. No espero que el gobierno me regale un carro, ni siquiera que me lo subsidie.
Quiero cambiar mi teléfono celular Movilnet. No quiero salir sorteado en una lista para comprar un Orinoquia o Vergatario. No espero que el gobierno me venda un celular subsidiado.
Quiero comprar una computadora, pero no quiero registrarme en ningún censo para que CANTV me “asigne” una.
Quisiera ir a una heladería Copelia, Café Venezuela, Chocolate Venezuela y no tener que hacer una mega cola para comprar bebidas y helados subsidiados con dólar CADIVI a 6.30.
Quisiera hacer turismo y conocer Venezuela. No espero quedarme en un hotel Venetur nacionalizado. No espero una tarifa subsidiada en un hotel de 5 estrellas.
Podría inscribir a mis hijos en una escuela Bolivariana. Estaría dispuesto a pagar una módica suma para contribuir al funcionamiento del plantel. No espero que sea totalmente gratuito, pero espero que funcione.
Podría ir a un hospital público y cancelar una especie de deducible con tal obtener de atención médica. Un pequeño cobro a quien pueda podría ayudar a que no se paralice la atención por un tubo roto, un aire acondicionado dañado o un bombillo quemado y no sería el fin del mundo.
Podría viajar por el país y cancelar un monto por concepto de peajes, siempre que ese dinero se invierta en el mantenimiento de la vía, alumbrado público, seguridad, grúas etc.
Podría pagar un poco más por concepto de gasolina para mi carro, si eso ayuda a que se desarrollen programas de infraestructura vial y transporte público masivo de calidad.
Soy egresado de la UCV y estaría dispuesto a cancelar una suma mensual por la educación recibida, por el comedor que en algún momento utilicé, por las bibliotecas que visité, por la tierra de nadie donde me acosté. Igual en cualquier universidad pública hay gente que podría pagar una cuota por pequeña que fuere.
Estaría dispuesto a pagar un poco más por el servicio de metro de caracas si esto ayuda a que se regularice el servicio de escaleras mecánicas y aires acondicionados, se brinde mayor seguridad, se despejen las áreas adyacentes a las estaciones.
Nada de esto implicaría que me crea adinerado, pudiente, pequeño burgués, acomplejado etc, aunque no faltaría quien así lo piense. Lo que considero es que en Venezuela, al igual que en cualquier sociedad, existen muchísimas personas, con la disposición –más que la capacidad económica de hacerlo- de pagar por obtener mayor calidad, en los servicios y los bienes que adquirimos, incluyendo a aquellos que adquirimos del estado. Eso nos daría la potestad de exigir y esa es quizá la razón por la que no quieren. Es el bendito principio de la gratuidad que al parecer es la mejor estrategia para ganar votos.
Las políticas de subsidios generalizados sobre bienes y servicios, con independencia de la persona que los recibe, ha conducido que cada una de las iniciativas que los gobiernos venezolanos han planteado en materia económica y social, hayan fracasado. Esta realidad se ha acentuado en los últimos años cuando el estado ha pretendido nuevamente actuar como proveedor de bienes tan estratégicos como televisores, carros y hospedajes cinco estrellas, con una visión paternalista, entregando subsidios de todo tipo directamente al consumidor, como en el caso de la comida, ó a las ineficientes empresas estatales que los producen, como es el caso de las computadoras, celulares y carros ¿cual sería el destino de estas empresas sin disponer de divisas a 6,30, ó si estuvieran obligadas a reembolsar las inversiones realizadas?
Raúl Castro en el contexto de las reformas económicas que impulsa en su país, resumió la visión que debe privar en la formulación de la política social en Venezuela: se subsidia a las personas, no a los rubros. En Cuba, como se sabe, el gobierno “garantizaba” incluso una dotación de cigarrillos mensuales a sus habitantes. Esto puede funcionar en un tiempo limitado, pero no puede constituirse –como ahora se dan cuenta- en una política permanente. Del mismo modo, si en Venezuela el estado, utilizando el dinero del petróleo pretende subsidiar el consumo de bienes, está muy bien pero considerando lo siguiente: sólo bienes esenciales (alimentación, salud, educación) y permitir/obtener aportes de otros usuarios y consumidores mediante tarifas diferenciadas. Ejemplos de esta política sería utilizar la red de Abastos Bicentenarios para por ejemplo, distribuir únicamente las marcas producidas por el estado a precios subsidiados, y establecer un precio controlado y rentable un poco más alto para el resto del mercado. Si el consumidor quiere harina PAN del grupo POLAR, entonces que lo compre en una red privada a un precio ligeramente mayor al de la harina estatal. El diferencial de precio obviamente no debe ser tanto como para que se cree la oportunidad de comprar en bicentenario y revender fuera, y el precio del producto estatal debe cubrir sus costos para garantizar la producción de volúmenes suficientes para abastecer el mercado y reducir el poder del productor privado. En este momento el mejor aliado de la POLAR debe ser justamente la red Bicentenario. Del mismo modo en cualquiera de los aspectos mencionados existe el espacio para permitir que el estado y los subsidios se orienten con preferencia a las personas que más lo necesiten, al mismo tiempo creando las condiciones idóneas y una eficiente regulación para que el resto de la sociedad funcione de la forma más adecuada posible, sin dejar únicamente en manos de los privados, la responsabilidad por la provisión de los bienes y servicios que la sociedad necesita. Algo similar funciona en el único sector donde la intervención gubernamental impulsada por el presidente Chavez ha tenido un éxito innegable y rotundo: la banca. El gobierno ha entrado con fuerza en ese negocio, actuando como el líder del sector, por lo que, más allá de las acertadas regulaciones sobre tasas y cartera obligatoria, los otros bancos no pueden establecer sus estrategias de negocios ignorando el poder que la banca estatal tiene para orientar el mercado. El estado puede subsidiar las tasas hipotecarias, pero quien no necesita el subsidio también puede obtener un crédito a una tasa mayor, con lo que se preserva la rentabilidad del banco. Mejor imposible. El precio de las viviendas… es otro tema.
Giordani lo asomó hace años y ahora lo volvió a decir: debe acabarse la regaladera.
Esperemos que esta vez sea cierto, y ojalá la oposición no sea tan descarada como para defenderla.

Econ. Javier Hernandez

lunes, 14 de octubre de 2013

En defensa de los viajeros





Viajar al exterior es un placer. No es un pecado, no es un delito. No se trata de preferir otro país antes que el propio. Se trata de conocer, de experimentar, de procurar expandir nuestra visión de lo conocido, de saber.
Desde la época del tabarato, cuando alguna gente iba a comprar a Miami y regresaba el mismo día, los venezolanos han procurado siempre uno que otro viajecito al exterior como parte de su plan de vida. Algunos lo hacen por el puro placer de meter en cada conversación a su regreso, alguna anécdota del tipo, “… hablando de tequeños, cuando estuve en (coloque aquí el lugar) no me comí ni uno”. Otros son genuinos “backpackers” que genuinamente disfrutan del turismo como actividad recreativa preferida, y cuando viajan, se montan en el metro y autobuses de otros países, consumen comida típica, se toman sus respectivas foticos, traen souvenirs etc. Otro tipo de turista es el que se interna en un complejo todo incluido en Punta Cana, Cancún u otro destino y no conoce los alrededores sino que se refugia en esos enclaves rodeado de piscinas, restaurantes y tiendas que hacen indiferente su ubicación geográfica: son idénticos los de Margarita, Aruba, Curazao, de hecho, casi siempre son las operados por las mismas cadenas multinacionales.
Más recientemente, el turismo cambiario, ese que el gobierno impulsa por la congelación / subsidio de la tasa de cambio en un contexto de alta inflación interna, ha llevado a miles de venezolanos a paisajes tan exóticos como Panamá y Perú con la intención de raspar el cupo y traer de vuelta los dólares haciendo una ganancia cambiaria. Ese turista conoce menos, por no decir nada pues su objetivo es que le sobren la mayor cantidad de dólares.
Está el turista adinerado, ese que no depende de CADIVI para cubrir los gastos de viaje, bien sea por placer o negocios. Tiene toda la vida viajando y sencillamente “le vale” lo que pase con el cupo CADIVI.
Y  hay otro grupo de viajeros, los que al parecer son minoría. Los que no merecen un titular de prensa en defensa de su derecho a viajar, los que no son objeto de ninguna política pública. Los que son al parecer, los responsables de la escasez de dólares ó de un proceso de transculturización, del complot armado para que nuestros niños, jóvenes y jóvenas, tengan una visión del mundo más allá de lo que perciben en su entorno inmediato y a través de la TV e Internet. Estos viajeros, los que se privan de muchos gastos durante largo tiempo para reunir lo suficiente para poder hacer el viajecito, hoy están guindando y al parecer no hay nadie que se preocupe por ellos.
Y es que a nadie le importa, y hasta feo es, defender a una gente que no va a morir por no hacer el viaje habiendo tanta hambre y tanta necesidad en el planeta. No es fácil defender el consumo suntuario de familias que bien podrían irse de vacaciones a Santa María de Ipire en lugar de ir a Buenos Aires, a Nueva York ó Madrid.  Es como defender antojos, caprichitos lujosos.

En la constitución sin embargo, no se establecen limitaciones a esos derechos en razón de sus cualidades, no existe algo como, “tienes derecho a movilizarte sólo si es para conocer museos, o tratamientos médicos”. Viajar es un derecho hasta que se diga explícitamente lo contrario, quien pueda hacerlo, que emprenda los viajes que quiera a donde quiera.
El estado debe garantizar divisas subsidiadas a los viajeros? Definitivamente no. Puede ignorarlos a la hora de formular las políticas económicas? Tampoco. No se trata de facilitarle la vida a los viajeros, pero tampoco de hacerle la vida cuadros.
En la coyuntura actual, el gobierno tiene que saber que hay una gran cantidad de familias, que tienen ya planificado sus viajes para, digamos, los próximos tres meses. Ya tienen los boletos, reservaciones, itinerarios, todo. Y todo ha sido calculado a razón de 6,30 bs por dólar de CADIVI. Una devaluación del tc oficial de CADIVI, ó la exclusión de los viajeros del sistema CADIVI para acudir a un mercado alternativo, que se traduce en devaluación, duplica el costo del viaje planificado. En pocas palabras, le arruina los planes a más de uno. ¿Puede un estado hacerlo en nombre de una crisis cuya existencia  se ha negado reiteradamente? Yo pienso que no, que el estado tiene la obligación de otorgar plazos de espera para la entrada en vigencia de una medida como esta.
Téngase en cuenta que el cupo CADIVI sólo puede tramitarse 30 días antes del viaje. Que no es posible en la actualidad (como antes) comprar poco a poco las cantidades de dólares necesarios para el viaje que se planifique. Que no se pueden pagar por adelantado paquetes turísticos en moneda extranjera porque el cupo se activa justo el día en que se viaja. En resumidas cuentas, los viajeros dependen exclusivamente de CADIVI, de su eficiencia, y de la credibilidad del gobierno en cuanto a la política cambiaria. El que se embarcó en invertir en un viaje, lo hizo confiando en que no cambiaran violentamente las condiciones del entorno como al parecer sucederá.
Es loable que el gobierno dirija su discurso a los sectores de menores recursos, pero debe recordarse que el gobierno es para todos, que no sólo de pan vive el hombre y que los verdaderamente ricos, no se verían afectados con una medida como la propuesta ó en cualquier caso, tienen más recursos para defenderse.
Buen viaje

viernes, 4 de octubre de 2013

De mi incursión en los bajos fondos



Otra vez estoy desvelado. Otra vez insomne, y esa bendita idea me sigue dando vueltas en la cabeza. No puedo tomar esta decisión yo sólo, así que despierto a mi mujer:
- Mami, Mami psst, despiértate –Asumo el riesgo de interrumpirle el sueño a esa fiera-
-         -  Qué pasa?
-         - Necesito que me des tu opinión sobre un negocio que mes están ofreciendo
-     - ¿Y no puedes esperar a mañana?. Como es bien sabido, la última hora de sueño antes de levantarse es siempre la más placentera, su interrupción injustificada puede ser razón suficiente para una expedita sentencia de divorcio.
- Le cuento. Me están ofreciendo unos kilos, pero tengo que buscarlos en un barrio bajo en Oriente y traerlos a Caracas, los míos y los del tipo que me los está consiguiendo
-          - QUEEEE? Y salta a encender la luz
-          - Baja la voz!, alguien puede escucharnos -le digo en un susurro desesperado-
- ¿Tu eres loco? Ni de vaina…
- Mami, piénsalo, así finalmente podremos hacer las reparaciones que la casa necesita. –Se que el instinto femenino siempre responde a estímulos sobre el acondicionamiento de la casa-. Es el mismo instinto que les lleva a invertir fortunas en cortinas y sábanas cuando uno lo que quiere es un blu-ray ó un televisor más grande.
-          - Umm y cuál es el riesgo? –pregunta un poco más receptiva a la idea-
- No creo que la autoridades sean un riesgo, de hecho, quien los vende es un guardia nacional al que le tocó su parte de un cargamento que decomisaron a una gandola en un operativo. En VTV lo anunciaron como el decomiso de 20 toneladas, pero en realidad fueron 35. Al guardia en cuestión le tocaron ni más ni menos que 425 kilos.
- Mi temor es que, siendo un cargamento tan preciado, una mercancía potencialmente valiosa, el mismo que me la vende me vaya a mandar a seguir, a quitarme lo mío más adelante. ¿Cárcel por eso? No creo, seguro me quitan la merca y me dejan ir.
-          - Bueno hagámoslo. ¿te acompaño?
-         - No, es mucho riesgo. Quédate con los niños y espera mi llamada, le digo con tono de despedida, de héroe que se sacrifica por un bien mayor. Dile a los niños que los amo (snif)
-      - Bueno cuídate mucho. Lo que me alegra es que por fin podremos hacer las reparaciones que no hemos podido hacer. Parece que es la única forma de que lo hagamos. Tanto tiempo esperando por eso. ¿Puedo contarle a mi mamá? Debe emocionarse.
- Si quieres cuéntale para que vaya preparando todo.
Finalmente podré darle a mi esposa la satisfacción de frisar unas cuantas paredes y alisar algunas imperfecciones de la pared de la sala. Gracias a que encontré una flecha que me consiguiera tres sacos de cemento. Sin duda soy un privilegiado, si un grupo de motorizados se enterara de lo valioso de la carga que llevo, seguro que me saquean en la primera oportunidad que tengan. Menos mal que soy un tipo resteado.