La relación entre Colombia y
Venezuela, sus altas y sus bajas, las tensiones históricas entre sus gobiernos
e incluso situaciones que podrían considerarse pre-bélicas se remontan a la
época de la guerra de independencia, y posiblemente más atrás. La documentada
tirantez entre Santander y Bolívar, bien podría representar la dinámica que
caracterizado las relaciones entre ambas naciones por más de 200 años.
En cuanto a la caracterización
económica y social de ambos países, vale decir que la condición de país
petrolero le confirió a Venezuela, la posibilidad de un desarrollo acelerado
durante varios años en materia de infraestructura, salud y educación gratuitas
y en general, condiciones de vida superiores a la de nuestros vecinos. La numerosa
inmigración de colombianos que han copado amplios sectores de nuestras ciudades
y que aún hoy es numerosa, especialmente desde las poblaciones de la costa
atlántica (Barranquilla, Santa Marta, Monterías etc) son una clara demostración
de las posibilidades que ofrecía la sociedad venezolana a quienes escogían a
esta como su patria.
Por su parte Colombia, al carecer
de las condiciones de su vecino, hubo de desarrollar una economía un poco más
diversificada, reduciendo progresivamente la dependencia que su producto de
exportación estrella, el café, generaba (y aún genera) a la economía
colombiana, exponiéndola a los shocks externos por la disminución de las
cotizaciones internacionales de ese commodity. Un sector turístico creciente,
el desarrollo de una industria textil relativamente competitiva, exportaciones
de flores y más recientemente, el desarrollo del sector petrolero y una notable
incursión en la industria cultural global, de la mano de cadenas como HBO y
FOX, son muestras de una economía que, aún con todos los problemas, ha logrado
avanzar en términos macro, quedando pendiente la generalización del bienestar
en la población.
En vista de que el sistema de
divulgación de estadísticas en Venezuela es actualmente vergonzoso, por la
falta de data suficiente y oportuna, he tomado las cifras publicadas en la
excelente página web del Departamento Administrativo Nacional de Estadística
DANE http://www.dane.gov.co/ para
analizar el comportamiento del intercambio comercial entre ambos países, lo que
permite hacerse una idea del relativo éxito ó fracaso de dos modelos económicos
claramente diferenciados entre sí. Algo que llamó mi atención es que el DANE fue
creado en 1.951 y hoy aún conserva el mismo nombre. A diferencia de Venezuela,
al parecer los cambios de nombre de las instituciones de Colombia no ha sido la
principal política pública.
Comencemos por la Balanza Comercial: en el período 1.995-2014
parece evidenciarse un cambio significativo en los patrones del comercio
exterior de Colombia. Luego de los déficit de balanza comercial registrados
desde 1.995 hasta 1.998, la economía colombiana exhibió durante 7 años
(1.999-2005) superávits en su relación comercial con el resto del mundo.
Durante 2006 y 2007 el saldo se tornó nuevamente deficitario para retomar el
superávit en el lapso 2008-2013, con un máximo en 2011 de 5.358 millones de
dólares a su favor.
¿A qué obedece ese comportamiento?
Cuando vemos la data detallada
por países, se observa un creciente superávit comercial con los EEUU que
alcanzó los 8.900 millones de dólares en 2011. Por otra parte, en el grupo de
“otros países” el superávit comercial es igualmente creciente alcanzando 7.500
millones de dólares en 2011.
En cuanto al comercio con China,
es notable el crecimiento del déficit comercial que pasó desde 58 millones de
dólares en 1995 a 5.859 millones en 2012, cuando registró la mayor magnitud. De
igual manera, la relación comercial con México muestra un creciente déficit que
pasó desde 380 millones de dólares a 5.398 millones en 2012.
Respecto al comercio con los
países de la región, que podrían considerarse más parecidos en su nivel de
desarrollo económico, destaca el superávit con Venezuela, que invirtió la
tradicional relación deficitaria desde 1.999 y que alcanzó un máximo de 4.951
millones de dólares en 2008. Nótese también que a pesar de la retórica, y los
impases diplomáticos, la relación comercial con Ecuador ha sido crecientemente
favorable a Colombia, registrándose en 2013 un superávit comercial de 1.119
millones de dólares.
En materia de
Exportaciones, es notable el incremento de los valores exportados por Colombia
en el lapso analizado, lo cual podría estar reflejando una mejora en la
competitividad de las exportaciones colombianas. Comportamientos como los de
Paraguay, Perú y Argentina estarían evidenciando un proceso de diversificación
de mercados. A pesar de la caída en las exportaciones hacia Venezuela, las
cifras globales no se han afectado de manera determinante, lo cual obedecería a que, ante la inestabilidad y crisis venezolana, los exportadores colombianos hayan reorientado el destino de sus exportaciones
En cuanto a
las importaciones, es igualmente notable el crecimiento que estas han venido
experimentando, en especial las provenientes de China y Estados Unidos. Llama
la atención el descenso en las importaciones provenientes de Argentina desde el
2010 hasta el 2014.
En resumen, en
términos de competitividad es clara la ganancia que ha mostrado Colombia
respecto a Venezuela lo cual se refleja en el desempeño de su comercio exterior.
Sin embargo hay que considerar que en la economía Colombiana se han producido
algunos cambios cualitativos de enorme importancia que explican en buena medida
el comportamiento de las cifras, en particular, el acelerado crecimiento del
sector petrolero. Como demuestran las cifras del DANE, el crecimiento de las
exportaciones del sector petrolero pasaron de 9.9 millardos de dólares en 2006
a 36.4 millardos en el 2014. Según cifras de la OPEP, Colombia produce
actualmente poco más de un millón de
barriles diarios lo cual es casi el doble de lo que produce Ecuador, Libia o
Qatar que son países petroleros.
Es claro que
Colombia se ha beneficiado de la situación Venezolana, no sólo como exportadora
de bienes cuya demanda el aparato productivo local no logra satisfacer, sino a
través de la recepción de capitales venezolanos y multinacionales que han
localizado sus operaciones en ese país. Hay situaciones muy claras como el boom
en Cúcuta como centro para los raspacupos venezolanos, y hasta como hub aéreo
ante la situación de los vuelos internacionales en el país. Capitales
Venezolanos han financiado el repunte inmobiliario en ciudades como
Barranquilla y muchos venezolanos del sector petrolero han encontrado en
Colombia espacio para su ejercicio profesional luego del paro del año
2002-2003.
Es cierto que
los indicadores económicos no son garantía de bienestar social. En esa materia,
no tengo duda de que Venezuela ha logrado mejores resultados apalancados en los
altos precios del petróleo en años recientes que pudo financiar una política
social redistributiva. Lamentablemente lo que se haya alcanzado no se hizo sustentable,
por lo que la prolongación de nuestra crisis económica conducirá
inevitablemente al empeoramiento de las condiciones sociales de la población.
Es mucho lo que tenemos que aprender de Colombia en materia de desarrollo productivo.
@jhernandezucv
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