Finalmente, la semana pasada se
conoció la decisión del ICSID (International Centre for Settlement of Investment
Disputes) que obliga a PDVSA a pagar a
EXXON MOBIL, la cantidad de 1.943 millones de dólares de indemnización por la expropiación
realizada de su participación en los Proyectos Cerro Negro y La Ceiba, operados
en sociedad con PDVSA hasta 2007, año en el que, en el marco de una nueva
modalidad de participación de empresas petroleras extranjeras en los negocios
de la Faja Petrolífera del Orinoco, PDVSA pasa a detentar la mayoría accionaria
de las empresas mixtas que operan los diferentes bloques de la hoy llamada Faja
Hugo Chavez. Para mayor detalle de las idas y vueltas del caso, recomiendo leer
el blog del economista venezolano Miguel Octavio http://devilsexcrement.com/
¿Es una victoria para Venezuela?
Apartando de lo chocante de la propaganda oficial, de las contradicciones que
los voceros oficiales, que hace unos años atacaban al CIADI y apoyaron el retiro
de Venezuela de esa institución y que hoy la consideran ejemplo de justicia, y
por otra parte, las opiniones especializadas que procura imponer la matriz de que los
derechos de Exxon son los derechos de todos nosotros, y que con la decisión del CIADI llegaría el final del
gobierno; me parece una discusión bizantina, una pérdida de tiempo y energía
evaluar esta decisión en términos de victorias ó derrotas.
Si un delincuente es condenado a
sólo un año de prisión, cuando la fiscalía pedía diez años ¿es una victoria
para el delincuente? Aclaro que no es que considere un acto delictivo la
expropiación de los derechos de Exxon sobre esos proyectos. No me quiten la
nacionalidad por favor.
Exxon, reclamaba 14.5 millardos
de dólares de compensación. PDVSA por otra parte ofrecía 353 millones de dólares.
Podría decirse entonces que ambos perdieron, y las ganancias de este caso sin
duda se lo llevan los abogados de ambas partes. Por cierto que entre los
abogados “patriotas” que nos representaron en este caso, llama la atención la presencia
de las Dras. Beatrice Sansó de Ramirez e Hildegard Rondon de Sansó, esposa y
suegra de Rafael Ramirez, presidente de PDVSA. Todo queda entre familia y
supongo que no cobraron honorarios por eso, digo yo.
¿Cómo queda PDVSA y la Republica con ese fallo?
Depende. Si se considera que el
monto pudo ser mayor, es un alivio que “sólo” tengamos que desembolsar poco más
de “un millardito”, que perfectamente puede ser negociado en el plazo y forma
de pago. Nótese que Exxon, es socio de PDVSA a través de CITGO en la operación
de la Refinería Chalmette, en EEUU, y que la tasa de interés que aplica sobre
el pago es de 3,25%, mucho menor que la que paga PDVSA en el cupón de sus
bonos. Cualquier tesorero puede ver cuál es la estrategia más conveniente.
Considérese además que en los
estados financieros de PDVSA al cierre de 2013, se indica que la empresa
provisionó 983 millones de dólares para los eventuales pagos de litigios en
curso, los cuales ascenderían a 2.120 millones de dólares. Es decir que el
impacto de la decisión ya estaba descontado de los resultados financieros del
ejercicio anterior y que el impacto sobre la caja es perfectamente manejable.
Un dato adicional es que en 2013,
PDVSA perdió otro litigio con las empresas Gulmar Offshore Middle
East LLC y Kaplan Industry Inc., por lo que fue ordenado el pago de
644 millones de dólares (1/3 de la indemnización a Exxon) que ya estaban registrados como un pasivo al
cierre de 2013. Desconozco si ese monto ya se pagó.
En los medios financieros se
maneja la información de que en los próximos meses saldrá la decisión del CIADI
respecto al litigio con CONOCO PHILLIPS, el cual según versiones de prensa,
ronda los 4.000 millones de dólares.
¿PDVSA va a quebrar por estas
decisiones? Obviamente no. ¿Tienen impacto significativo sobre la empresa?
Definitivamente si.
PDVSA se quedó en su momento con
activos mil millonarios de una operación en curso, es natural que ahora deba
pagar por ellos. Si esa operación hubiese sido manejada de manera eficiente, es
probable que buena parte del dinero que hoy debe pagar la empresa hubiese sido
cubierto por los flujos generados por esos activos. Habría que ver el estatus
de esos proyectos al día de hoy.
¿Qué deberíamos aprender?
El gobierno debería entender que
no puede seguir tomando decisiones viscerales en materia económica. Las
expropiaciones realizadas durante el gobierno de Chávez no sólo han retirado
parte de la oferta de bienes y servicios, también han representado un drenaje
de divisas y un sinfín de nuevos problemas para la sociedad Venezolana. Si a
esto le sumamos el hecho de que hay toda una lista de dictámenes en contra y que
la república deberá pagar tarde ó temprano por empresas que hoy no producen lo
que deberían, lo menos que uno podría esperar es que no se insista en esa vía.
Lamentablemente los casos de VENOCO y CLOROX nos indican que no se ha aprendido
nada.
El reciente dictamen a favor de
GOLD RESERVE por la expropiación del proyecto minero Las Brisas por 741
millones de dólares y la información de que a HOLCIM aún no se le ha terminado
de pagar, deberían ser condición suficiente para un cambio de rumbo en esta
materia. Quizá CONOCO sea más convincente.
EL DEFAULT
Otro evento en el que muchos
opositores pusieron sus esperanzas para que se produjese la salida de Nicolás
Maduro de la Presidencia, fue el posible incumplimiento por parte de la
República en el pago de capital e intereses del bono 2014. Venezuela nuevamente
pagó sus obligaciones con el sector financiero, así que las esperanzas de
muchos están ahora en la rebelión de los colectivos ó en la caída del precio del
petróleo.
¿Ocurrió el default? Sí, pero no en
el que los economistas y la prensa pusieron el ojo. En realidad Venezuela y
PDVSA tienen ya años de default (incumplimiento de pagos). Vivimos en default
crónico: proveedores de PDVSA, contratistas de grandes obras del estado,
importadores incluso de los bienes más básicos, los socios de la faja,
trabajadores del estado, accionistas de SIDETUR y un largo etcétera tienen años
en la cola de cobradores a destiempo, aquellos que son atendidos (algunos de
ellos) cuando la situación puntual se hace insostenible.
Según cifras de una página que me
pareció seria (http://www.josebhuerta.com/bonos.htm#relacion)
en lo que queda de 2014 y para 2015, Venezuela deberá cancelar más de 6.4
millardos adicionales en capital e intereses de la deuda externa. Nótese que
todas las emisiones fueron realizadas durante la Revolución Bolivariana. No
vale lloradera
LA GUERRA ECONÓMICA
No creo que la situación de
producción y abastecimiento del país en la actualidad, responda a una “guerra
económica”, deliberadamente orquestada por los agentes económicos para torcerle
el brazo al gobierno de Nicolás Maduro. La situación actual es el resultado natural
de un conjunto de decisiones erradas, políticas económicas mal concebidas y
peor implementadas durante los últimos años del gobierno de Chávez. Totalmente
previsible.
Esto no niega sin embargo, la
existencia de estrategias de sectores específicos que pretenden hacer fortunas
con las desgracias del país como un todo. Prueba de ello, es la existencia y
poder que tiene DOLARTODAY como referente por excelencia del mercado paralelo
del dólar.
Las Agencias calificadoras de
riesgo por otra parte, insisten en castigar a Venezuela con altísimos costos
para una eventual emisión de deuda. Incluso con políticas económicas tan malas
como las que impuso Chavez y continúa Maduro, es inexplicable desde cualquier
posición lógica que Standar & Poors haya degradado la deuda de PDVSA a CCC+ y que, incluso después de disipar las
dudas sobre el eventual default de Octubre, el EMBI Venezuela haya roto el
techo de 1.500 puntos, un registro superior incluso al que se vivió durante las
guarimbas del primer semestre.
Hoy leo en REUTERS que el costo de producción de un barril de Shale Oil en EEUU es de 77$ promedio. Aún hay margen con el precio del petróleo y razones para pensar que ese valor es su piso en el corto plazo.
En un país políticamente
polarizado como Venezuela, cada información que uno recibe debería ser
escrutada hasta el mínimo detalle para aceptarla como cierta. Lamentablemente,
los “expertos” y en ello los economistas tenemos una grandísima culpa, se
prestan para formar una percepción generalizada de que hay eventos puntuales,
casi siempre importados que desencadenarán el cataclismo que borrará del mapa
al gobierno Chavista.
Nuevamente el país sigue su
curso, no en la mejor dirección por cierto, pero debería quedar claro no existe
tal cosa como un hito que marque un “ahora si”. Ni la “orden” de la ONU, ni el
default, ni los colectivos, ni el CIADI e incluso ni siquiera la caída del
precio del petróleo es garantía de un cambio político en el país. Eso no lo
entienden los economistas y periodistas formadores de la opinión pública, mucho
menos los políticos como Ledezma, quien al parecer tiene altas aspiraciones
electorales. Triste.
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