Cuando hablamos de la terrible
crisis económica actual casi siempre lo hacemos, en mi caso al menos, desde el
punto de vista individual, como asalariado, como consumidor, como ciudadano.
Otras veces como economista me enfoco en hacer una descripción general de la
situación, y emitir recomendaciones para la formulación de las necesarias
políticas económicas que ayuden a sacar al país del foso en el que nos
encontramos luego de varios años de una errada visión de lo que debe ser la
economía y la sociedad venezolana.
¿Cómo está la situación para las
empresas, para los empresarios? Me permito delimitar la categoría empresarios
como aquellos hombres y mujeres que buscan ganar dinero trabajando,
arriesgando, produciendo e invirtiendo; aquellos que se saben y asumen como
responsables no solo de su bienestar y de los suyos sino de la estabilidad y
bienestar de los accionistas, de los trabajadores y de sus familias. Se excluye
de esa categoría a aquellos que con un maletín, un celular y un cuñado en el departamento
de compras de cualquier empresa pública o privada, solo intermedian, compran
barato y venden caro, sin construir nada, ni una marca, ni siquiera una
reputación comercial.
Las empresas privadas en
Venezuela sin importar su tamaño o estructura de propiedad están, como todos en
el país, bajo fuego. No sólo por las duras condiciones macroeconómicas, la
inseguridad ciudadana generalizada y unas pésimas perspectivas. Se hallan bajo
fuego por el estigma impulsado desde los sectores del poder político, que les
señala como responsables casi únicos del desastre de sociedad en la que nos hemos
convertido.
¿Qué pueden hacer las empresas en
el país para sobrevivir el temporal en el que nos encontramos? Algunas ideas
Paciencia: Aun cuando hemos entrado en los momentos más críticos
del proceso de destrucción de la economía nacional, tomar decisiones en estas
circunstancias demanda de mucho análisis y mucha cabeza fría. Liquidar activos
en estos momentos es paradójicamente, más perjudicial que seguir operando
incluso en las actuales condiciones. El dinero que se puede recibir, en el
improbable caso que se consigan compradores dispuestos a invertir a un precio
razonable, se destruye tan rápido que en cuestión de horas desaparece una
oportunidad de negocio. A menos que exista un plan de salida muy sólido (en
divisas, por ejemplo) manténganse operando. Paradójicamente, las barreras de
salida están altas en este momento. Llegarán tiempos mejores.
ESTRATEGIA EMPRESARIAL. REDUCIR, ESTABILIZAR, EXPANDIR.
No hay una estrategia única ni
recetas mágicas. Sólo Ud. conoce las particularidades de su negocio. El rumbo a
seguir dependerá de la realidad de su entorno particular, de su mercado, de su
desempeño como empresa. En cualquier caso, se identifican tres posibilidades
Reducir: Minimizar su exposición a pérdidas, reduciendo –en el
marco de la legislación y sin desatar la ira de la burocracia fiscalizadora- la
estructura de la empresa al mínimo necesario. Esta estrategia es recomendada
para aquellos sectores en que las regulaciones, la escasez ó la falta de
divisas le están impidiendo cubrir los costos variables del negocio. Se puede
trabajar un tiempo sin cubrir los costos fijos, pero si el margen bruto es
negativo o tiende a cero no tiene sentido operar. No incurra en despidos
masivos o abruptos. Saltarse las obligaciones legales con los trabajadores es
una pésima manera de ahorrar y una excelente forma de ganar enemigos… y de
arruinarse la vida.
Estabilizar: Considérese afortunado si su empresa está generando utilidad
para mantenerse funcionando. Preserve las variables que le han permitido operar
en negro hasta ahora. Aproveche de cultivar relaciones con sus clientes,
agregar valor, conocer sus necesidades, en una palabra, fidelizarlos. Si su
negocio le permite ajustar precios con suficiente flexibilidad, si tiene
elevados costos fijos, compromisos bancarios, margen positivo aunque pequeño,
haga lo posible por sobrevivir. Cuando el mercado repunte, Ud estará en una
posición ventajosa para cosechar los beneficios.
Expandir: Toda crisis es al mismo tiempo, una oportunidad. Lo que
para algunos son momentos de retirada, para otros es momento de avanzar, de
ganar posiciones. Si su empresa tiene elevadas posiciones en bolívares, si el
flujo de caja proyectado es holgado, si su plan es de mediano o largo plazo,
aproveche de invertir tanto y tan rápido como pueda. Convierta esos bolívares
en activos menos líquidos pero que preserven o incrementen su valor en el corto
plazo. Bienes inmuebles, software, capacitación, investigación, branding etc.
podrían ser destinos adecuados para la inversión de bolívares con miras en el
mediano plazo.
PRÁCTICAS GERENCIALES PARA APOYAR LA ESTRATEGIA EMPRESARIAL
Mantenga los ojos bien abiertos: No se descuide. En Venezuela no
tenemos sistema de precios que oriente la toma de decisiones. No hay
estadísticas oficiales. Desde hace varios años nos enteramos de las grandes
decisiones que afectan nuestras vidas y nuestros negocios, bien sea a través de
un programa dominical, una cadena televisada o por los runrunes de Bocaranda.
Contrate servicios de información
sobre el comportamiento del mercado, tracking de precios, de inflación, utilice
en la medida de lo posible servicios de expertos. Hay servicios de consultoría
para todos los presupuestos, no dude en buscarlos. Diversifique sus fuentes de
información, no se base en sólo una visión (aunque se identifique con la suya)
de lo que ocurre en el país. El sesgo político es demasiado elevado como para
confiarle las decisiones patrimoniales.
Costos, Costos, Costos: Y costos. Haga énfasis en los números que
arroja la empresa sin perder la necesaria visión estratégica del negocio.
Apóyese de ser necesario, en servicios de terceros que le permitan construir
los modelos que se ajusten mejor a la realidad de su empresa. Los reportes y
procesos financieros - contables no son una formalidad. No los descuide.
Gestión de activos: Es bien sabido que en Venezuela, los activos se
revalorizan en términos nominales. No escatime en mantener asegurado los bienes
valiosos, especialmente cuando estos contribuyen a los objetivos de la empresa.
Vehículos, galpones, oficinas, maquinarias, equipos. ¿Se imagina tener que
reponer forzosamente activos físicos a los precios actuales?
Administre inteligentemente sus
inventarios. Ojo, no incurra en prácticas que pueden ser consideradas ilegales.
Asegúrese de conocer los tiempos de rotación, los procesos y lapsos para la
reposición de insumos o mercancías, mantenga contacto cercano con sus
proveedores.
Tesorería: El único activo que pierde valor son las cuentas por
cobrar. Considerando que el valor del dinero en la actual situación es efímero,
cobre todo cuanto pueda, tan rápido como pueda. Si es posible, utilice el crédito
como argumento de venta, de lo contrario, conviértalo rápidamente en otro tipo
de activo. Tenga en cuenta que endeudarse en bolívares es una excelente opción para
financiar activos como inventarios.
El flujo de caja en bolívares es
una herramienta de negociación. Aún en un entorno como el actual, es posible
encontrar oportunidades de negocio si se dispone de liquidez suficiente. Los
descuentos por pronto pago a sus proveedores pueden generarle importantes
descuentos. Si se los otorga a sus clientes, puede otorgarle la liquidez que
necesite sin pasar por los procesos bancarios.
La Banca venezolana está
rebosante de bolívares, estarán encantados de brindarle financiamiento si supera
las evaluaciones de rigor. Mantenga una buena relación con la banca, si no es
ahora, pronto le será útil.
Hay muchas cosas más que hacer
para capear el temporal. Si su visión es realmente empresarial, si le apuesta a
la continuidad de su negocio, no se concentre únicamente en protegerse mediante
la compra de divisas a los estratosféricos precios de hoy. Tiene diversas
opciones. Es difícil, pero ya usted debe estar acostumbrado
@jhernandezucv
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