jueves, 9 de julio de 2015

Que se Jodan los Griegos






En el debate en torno a la situación de Grecia, se diferencian dos grandes corrientes. Por una parte, los que defendemos la necesidad de que Grecia, a través del democráticamente electo  gobierno de Syriza y Alexis Tsipras, conduzca un plan de reformas económicas de corto, mediano y largo plazo que permitan a ese país, salir del pantano de pobreza, decrecimiento, desempleo y desesperanza al que ha llegado gracias a años de erradas políticas económicas de sus anteriores gobernantes, y como olvidarlo, gracias a una importante ayudaita de la actual arquitectura financiera global dominante.

En la otra esquina, tenemos a quienes anteponen a todo, la necesidad de que Grecia honre en tiempo y forma, los compromisos adquiridos con sus acreedores. Los argumentos van desde la selección del “mal menor” que no es otra cosa que abrazarse a los dictámenes de la troika, con la esperanza –vana esperanza en mi opinión- de que, siguiendo sus recomendaciones, a la vuelta de unos años, Grecia habrá retomado la senda del crecimiento y el bienestar característico de las economías de Europa Occidental. Los argumentos más bajos, los más viscerales también han aflorado en días recientes: Los Griegos son flojos, improductivos, irresponsables y pretenden vivir a costillas del ciudadano europeo. En este sentido, disponen de abundantes elementos para soportar su visión de los hechos: la sociedad Griega mantiene un modo de vida muy superior a la productividad de su economía, lo cual pudo sostener durante los años de la unión monetaria, gracias a los abundantes préstamos de la banca europea, especialmente Francesa, Alemana y Española. De aquellos polvos...


Pareciera entonces que la discusión trasciende la esfera de lo económico y pasa a ser del tipo político y hasta ético. Hay un consenso bastante amplio de que las medidas de austeridad recomendadas por la Troika han ocasionado un severo daño a la economía Griega, afectando considerablemente variables como el desempleo, que registra niveles escandalosos en ese país. ¿Qué se pretende? ¿seguir depauperando a la población para que “asuman su responsabilidad” sobre lo ocurrido? ¿condenar al hambre, al frio y la desesperanza a millones de personas -incluyendo los no nacidos- para evitar que los bancos acreedores registren pérdidas? ¿Cuál es la lógica de arrinconar a un país hasta que ya no pueda más?

@jhernandezucv

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