PLAN DE IMPULSO AL TURISMO INTERNO
Actividades turísticas en zonas periurbanas, cortos desplazamientos,
alta frecuencia
La
actividad de turismo y recreación en Venezuela, muestra signos de una solidez y
un crecimiento envidiable por cualquier otro país o por cualquier otro sector
económico. Es simplemente impresionante observar el colapso de los servicios
turísticos en las temporadas altas (puentes, vacaciones) por la enorme afluencia
de asiduos visitantes de los más conocidos destinos turísticos, por lo general
asociados al disfrute de las playas.
Este
movimiento turístico, aun cuando es altamente positivo para las localidades
receptoras por el aumento de las ventas y la actividad económica en general, es
también causante de un gran pasivo ambiental, un incremento en el numero de víctimas
mortales y heridos en accidentes de tránsito, y podríamos hablar incluso de un
pasivo “moral” como en el famoso caso de Los Juanes, debido al desmedido uso y
abuso de alcohol y drogas en estas temporadas. Es cierto también que en
términos de disfrute son muchos los aspectos a mejorar, por cuanto en estas
épocas es perfectamente posible pagar en posadas mal mantenidas, sin los
servicios mínimos deseables, montos equivalentes al que bien podría pagarse en
un hotel bastante aceptable fuera del país. Así mismo, los altos precios de los
servicios, comida y las interminables colas para ir y regresar del viaje, la
escasez y posterior reventa de boletos, un Indepabis intermitente etc. Forman
parte también del vacacionar del venezolano junto a las fotos del facebook.
La
inversión en turismo por parte del sector privado se ve afectada, no por la
falta de capital, por cuanto existe una oferta suficiente de recursos a una
tasa preferencial, sino por la imposibilidad de los prestadores de servicios,
de garantizar un nivel de actividad más constante a lo largo del tiempo y no
solo en los picos de las temporadas altas, que les permitan afrontar los
compromisos derivados de una mayor inversión. Si a eso añadimos una relajada
supervisión oficial y una demanda cautiva en temporadas altas, vemos que es muy
poco el estimulo para el mejoramiento y crecimiento de la oferta de servicios
turísticos.
Una
posibilidad en este sentido, es la intervención del estado en la promoción y
apoyo al turismo de fin de semana, aquel que todas las familias deben poder
disfrutar sin tener que esperar una ocasión especial, puentes, vacaciones etc.
Se trata de un programa especial para impulsar destinos no asociados a
playas - las playas se promocionan
solas, son destinos consolidados – y el disfrute ecoamigable de los atractivos
turísticos que rodean a nuestras principales ciudades, contribuyendo a orientar
el gasto en consumo de los turistas hacia pequeños y medianos prestadores de
servicios turísticos.
Paso
a representar con un ejemplo: Los habitantes de Caracas aprovechan cada fin de
semana para acudir masivamente a las playas, siendo las de Vargas e Higuerote
las preferidas. También es cierto que los Centros Comerciales son ahora los
espacios públicos predilectos para los caraqueños y es casi un un reflejo ó un
hábito religioso el llevar a los niños a comer comida chatarra todos los fines
de semana. Imaginemos por un momento una programa especial de turismo que
facilite a los Caraqueños visitar por ejemplo un circuito montaña-playa como El
Junquito – Carayaca – Oeste de Vargas; Guatire-Araira;
Los Teques-La Mariposa-Hoyo de la Puerta. Todos estos sitios mencionados tienen
algún tipo de manifestación cultural autóctona, sepultada bajo el estrés de la
“civilización”, a pesar de estar tan cerca de la ciudad. Así mismo, mantienen
actividad agrícola y pecuaria que puede fácilmente integrarse con restaurantes
y posadas, venta de alimentos frescos (el viajero siempre compra algo oriundo
de la zona). Estas actividades beneficiarían principalmente a poblaciones
deprimidas de las periferias y a pequeños productores, contribuyendo a evitar
la depauperación de esos espacios. Guatire y sus ríos, Araira y sus pozos,
siembras, cria y beneficio de animales en escala no industrial, las mandarinas,
Carayaca y su clima y vista privilegiadas, su siembra de hortalizas frescas, el
envidiable clima de Hoyo de la Puerta y la Mariposa entre otros son tesoros a
la vista de todos pero a su vez ocultos, susceptibles de ser disfrutados
racionalmente cada fin de semana por cientos de caraqueños.
El
papel del estado en todo esto? Con MINTUR como ente coordinador, Inversión
directa de ser necesaria en la construcción de pequeñas posadas ecológicas y
accesibles, dotación de transporte cómodo confiable y seguro, microcréditos
para los emprendedores de la zona que se animen a integrarse al circuito de producción
alrededor del turismo. Por otra parte, evitar y desalojar invasiones de áreas
verdes, combatir la depauperación y anarquizacion de los espacios, alumbrado
público, saneamiento ambiental, vialidad, seguridad y un plan de formación de
microempresarios de turismo, el estimulo y reglamentación de estas áreas
turísticas para garantizar el encadenamiento productivo entre otras tareas,
corresponde al estado asumirlas en los diferentes niveles de gobierno.
Cada
ciudad importante del país está rodeada de pueblos similares a los aquí
descritos, corresponde a los institutos de turismo de cada estado, identificar
las potencialidades a desarrollar siempre dentro de esta visión, regida por el
Min Turismo, como condición para que este se involucre y dirija los recursos al
fomento de estas zonas. Las potencialidades son enormes, los beneficios abundantes y focalizados en quien más lo
necesita, bien vale la pena el esfuerzo.
Javier Hernandez
Economista UCV
@jhernandezucv
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